El español Leonardo Torres Quevedo creó en 1912 el primer juego de ordenador: El Ajedrecista

El español Leonardo Torres Quevedo creó en 1912 el primer juego de ordenador: El Ajedrecista

El Día del Programador fue propuesto por Valentin Balt en 2002 al gobierno de Rusia, que aceptó su petición siete años más tarde. Se celebra el 256º día de cada año porque es un número muy conocido entre los programadores (cantidad de números que pueden representarse con 8 bits y la mayor potencia de 2 menor que los días de un año). Por tanto se conmemora el 13 de septiembre en los años normales y el 12 de septiembre en los bisiestos.

El Doctor Hosting ha querido recordar en este día la figura del español Leonardo Torres Quevedo, quien creó El Ajedrecista, considerado el primer programa autómata, y a su vez reconocido por muchos como el primer juego (analógico) de ordenador.

 

Antecedentes falsos

El primer autómata falso fue El Turco, construido por Wolfgang von Kempelen en 1769. Era un maniquí vestido con túnica y turbante, bajo el cual había cabina de madera de 120 cm × 60 cm × 90 cm, donde se encontraban los mecanismos de relojería que activaban al muñeco. Le ganó una partida a Benjamin Franklin y jugó contra Napoleón Bonaparte, quien hizo un movimiento ilegal a lo cual El Turco respondió tirando las piezas del ajedrez.

 

Realmente era una ilusión óptica para que dentro se escondiera un maestro de ajedrez de baja estatura (se dice que incluso a alguno le faltaban las piernas), que controlaba al maniquí. El tablero principal tenía un resorte bajo cada casilla y cada pieza contenía un imán, así el operador sabía qué pieza había sido movida. Éste tenía un segundo tablero con un mecanismo para hacer los movimientos de El Turco.

 

Ajeeb fue presentado por primera vez en 1868 por Charles Hooper. Era una imitación de El Turco ya que en su interior se escondía un jugador humano. Compitió contra famosos como Harry Houdini o Theodore Roosevelt y también jugaba a las damas.

 

Mephisto fue creado por Charles Godfrey Gümpel en 1878 y tenía el aspecto del demonio del folclore alemán del mismo nombre (también llamado Mefistófeles). A diferencia de El Turco no tenía compartimientos donde se pudiese esconder un jugador y no está claro cuál era el truco, pero parece ser que era manejado a través de algún aparato electromecánico.

 

El Ajedrecista (primera versión)

El Ajedrecista se construyó hacia 1912 y fue presentado en la Exposición Universal de París de 1914. Este autómata no podía jugar una partida completa de ajedrez, sino que la máquina jugaba con dos piezas (el Rey y la Torre de color blanco) contra el Rey negro jugado por un humano. Pese a que a veces no podía cumplir la regla de los 50 movimientos (establece que una partida puede ser tablas si cada jugador ha hecho los últimos cincuenta movimientos consecutivos sin que haya habido ningún movimiento de peón ni captura de pieza), siempre acababa dando jaque mate siguiendo el algoritmo sobre el que estaba programado.

 

Como vemos en la imagen era un sistema electromagnético que presentaba un pequeño tablero de ajedrez (en la parte media-baja derecha, casi tapado) y movía las piezas gracias a unos brazos mecánicos horizontales y verticales, que colocaban las piezas como los primeros telefonistas con los jacks. Cada casilla estaba conectada a unos cables con sensores; cuando una pieza se colocaba en una casilla se cerraba el circuito y así se detectaba la posición de la pieza.

 

El Rey (a8) y la Torre (b7) blancos de la máquina empezaban siempre desde la misma posición, mientras que el Rey negro manejado por un humano podía colocarse en cualquier casilla excepto las filas 7 y 8. El Ajedrecista había sido programado por Torres Quevedo para conjeturar la ubicación del Rey de su oponente y seguía un sistema de reglas condicionales para hacer sus movimientos (un árbol de decisiones).

 

El Ajedrecista incluso indicaba con campanas el “Jaque” y el “Jaque mate”. Además, si el oponente intentaba un movimiento ilegal una de tres bombillas se encendía, deteniéndose el juego hasta que se hiciera un movimiento correcto. Después de tres movimientos equivocados la máquina se apagaba (algo similar al famoso ‘Tilt!’ de los pinballs). Había que resetear la máquina para volver a empezar.

 

Alrededor de 1914 Torres Quevedo publicó un ensayo titulado ‘Essays on Automatics’ partiendo del motor analítico de Babbage (un dispositivo de computación de la época victoriana). Ahí plasmó su idea de un autómata universal que podría ser programado para realizar tareas humanas complejas y tomar decisiones basadas en datos condicionales, de la misma manera que se procesa la sentencia condicional IF y THEN.

 

Segunda versión de El Ajedrecista

En 1920 una segunda versión de El Ajedrecista fue construida por su hijo Gonzalo Torres Quevedo, bajo la dirección de su padre. Era mucho más agradable a la vista ya que los mecanismos estaban más ocultos y contenía varias mejoras.

 

El juego era idéntico, Rey negro controlado por humano contra Rey y Torre blancos controlados por El Ajedrecista. El tablero se presentaba en horizontal y las figuras se movían por imanes. Mediante una voz fonográfica se avisaba del “Jaque al Rey” y “Mate”.

 

Legado de Leonardo Torres Quevedo

El ajedrecista y otros inventos pueden ser visitados en el Museo Torres Quevedo, situado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid. Como curiosidades podemos comentar que hay una app para jugar a El Ajedrecista, y Leonardo es el protagonista novela científica ‘Los Horrores del Escalpelo’, de Daniel Mares (2011).

 

Leonardo Torres Quevedo fue un matemático e inventor de fama mundial en varios campos. Construyó en 1916 el ‘Spanish Aerocar’, un transbordador ubicado en las cataratas del Niágara, que transportaba pasajeros de una zona a otra del río y sigue siendo una atracción turística. En 1903 hizo una demostración experimental del Telekino en la Academia de Ciencias de París, un autómata que ejecutaba órdenes transmitidas mediante ondas hertzianas, considerado como el primer aparato de radiodirección del mundo, lo que le hace ser uno de los pioneros en este campo junto a Tesla. En 1905 dirigió la construcción del primer dirigible español…

 

El 28 de diciembre de 2012 se dedicó un Doodle conmemorando el 160º aniversario de su nacimiento. En el Blog Oficial de Google se indica: “Su logro más notable tuvo lugar en el campo de la automatización, desarrollando máquinas que son antecedentes de lo que hoy llamamos ordenadores y robots”.

 

Otras fuentes consultadas

 

 

Comentarios

1 comentario

  1. Pablo says:

    Es increíble lo que ha cambiado la tecnología en poco más de 100 años, sobre todo la informática.

    En la actualidad prácticamente jugamos ya dentro del videojuego, cosa que hace pocos años era impensable, o al menos es veía bastante lejos.

Déjanos un comentario o cuéntanos algo.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *