21 de octubre de 2025
La Inteligencia Artificial que ayuda a salvar jirafas en Tanzania
En los años cincuenta, una joven investigadora canadiense, Anne Innis Dagg, viajó sola a Sudáfrica para observar a las jirafas en su hábitat natural. Descubrió algo tan simple como trascendental: el dibujo de , como una huella dactilar
Lo que entonces fue una curiosidad científica hoy se ha convertido en el pilar de un sistema avanzado de Inteligencia Artificial que está cambiando la forma en la que se protege a esta especie en peligro.
Ese sistema se llama GIRAFFE, acrónimo de Generalized Identification of Recognizable Animal Features from Images (Identificación Generalizada de Rasgos Animales Reconocibles a partir de Imágenes). Es una herramienta de código abierto desarrollada por el equipo de IA de Microsoft junto al Wild Nature Institute, y su objetivo es ayudar a los conservacionistas a seguir a las jirafas que viven en Tanzania, uno de los países donde más ha caído su población en las últimas décadas.
Tabla de contenidos
La crisis silenciosa de las jirafas africanas
Hace apenas treinta años, las sabanas del África oriental estaban repletas de estos animales de cuello largo. Hoy, su número se ha reducido a la mitad. La caza furtiva y la pérdida de hábitat han dejado a muchas poblaciones aisladas, sin posibilidad de reproducirse con normalidad. Los investigadores saben que para revertir esta tendencia necesitan vigilarlas y recabar datos sobre ellas. A saber: tasas de natalidad, rutas migratorias, zonas de riesgo y más factores. El problema es que obtener y analizar toda esa información en campo abierto es un trabajo inmenso.
Y por eso GIRAFFE está siendo una revolución. Esta IA utiliza visión por ordenador y aprendizaje automático para identificar a cada jirafa a partir del patrón de sus manchas. Analiza las fotografías captadas en las reservas y las compara con una base de datos masiva que determina si se trata de un ejemplar nuevo o de uno ya registrado. El proceso, que antes podía tardar días, ahora se completa en cuestión de segundos.
IA al servicio de la conservación
El software puede procesar miles de imágenes en menos de dos segundos por coincidencia y reconocer individuos con una precisión superior al 90 %. Además, automatiza tareas que a los humanos les puede llevar un tiempo engorroso, como el etiquetado y la actualización de catálogos fotográficos. Y, como es muy fácil de usar, los equipos de campo pueden utilizarlo directamente desde portátiles o tablets.
Los responsables del Wild Nature Institute, Derek Lee y Monica Bond, destacan el valor de esta tecnología: “El software de reconocimiento de patrones y la visión por ordenador nos permiten rastrear a miles de jirafas. Fotografiamos a cada jirafa que vemos y alimentamos el sistema con esas imágenes. Esa base de datos es esencial para saber dónde están prosperando y dónde no, y así poder tomar medidas eficaces para su protección”.
Ciencia abierta para un futuro común
Una de las mayores virtudes de GIRAFFE es que su código está disponible públicamente en GitHub y podrá adaptarse a otras especies con marcas únicas, como cebras, tigres o tiburones ballena. Es un avance que trasciende fronteras: una solución creada para las jirafas que puede beneficiar a todo el ecosistema de conservación global.
Quizá Anne Innis Dagg no lo imaginó en 1956, pero su hallazgo sigue vivo. Gracias a la IA, aquellas manchas únicas que un día observó con sus prismáticos son hoy la clave para garantizar que los gigantes más altos de la sabana sigan caminando libres bajo el sol de Tanzania.
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