Libro recomendado: Las lecturas diarias de Maxwell #DoctorHosting

Libro recomendado: Las lecturas diarias de Maxwell #DoctorHosting

Al Doctor Hosting le gusta apropiarse de libros ajenos. Durante una visita a su cuñado en Chicago dio con un ejemplar en inglés de ‘Las lecturas diarias de Maxwell’ (John C. Maxwell), que ofrece 365 días de reflexión para desarrollar el líder que llevas dentro e influir en los que te rodean.

 

La primera cualidad de un líder es la capacidad de entender cómo se sienten y piensan las personas. Todas tienen algunas cosas en común:

  • Les gusta sentirse especiales, así que felicítalos sinceramente
  • Quieren un mañana mejor, así que muéstrales esperanza
  • Desean dirección, así que navega por ellos
  • Son egoístas, así que habla primero de sus necesidades
  • Se sienten emocionalmente bajos, así que anímalos
  • Quieren tener éxito, así que ayúdalos a ganar

 

“Debes ser capaz de adaptar tu estilo de liderazgo a la persona que estás liderando”, comenta Maxwell: “Eso significa tratar a las personas de manera diferente, no a todas por igual”. Para clarificarlo añade una cita de Rod Nichols: «Si tratas a cada cliente de la misma manera, solo cerrarás entre el 25 y el 30 por ciento de tus contactos, porque solo cerrarás un tipo de personalidad. Pero si aprendes cómo trabajar eficazmente con los cuatro tipos de personalidad, concebiblemente puedes cerrar el 100 por ciento de tus contactos».

 

 

“¿Pueden las personas más cercanas a ti hablar contigo sobre casi cualquier cosa? ¿Cuándo fue la última vez que alguien te trajo malas noticias? ¿O discrepó enérgicamente con tu punto de vista sobre un tema? ¿O te confrontó por algo que hiciste mal? Si ha pasado un tiempo, es posible que no seas una persona muy accesible”. El autor indica que ser accesible es agradable para el resto y es un activo poderoso en el conjunto de herramientas relacionales de alguien: “Todos hemos conocido personas que parecían frías e inaccesibles. Y todos hemos conocido personas que nos tratan como viejos amigos desde el primer día”. Recomienda hacer una encuesta sobre tu accesibilidad a tus jefes, empleados, amigos y miembros de la familia, para ver si te encuentran fácil de abordar.

 

“El obstáculo más grande que un barco a motor encuentra al avanzar es el agua contra el propulsor. Sin embargo, si no fuera por esta misma resistencia, el barco no se movería. La misma ley se aplica a los problemas y obstáculos en la vida humana. Una vida sin obstáculos ni dificultades reduciría las posibilidades y el poder a cero. Los problemas son los que dan significado y tensión a la vida. El problema de la ignorancia masiva da sentido a la educación. El problema de la mala salud da significado a la medicina. El problema del desorden social da significado al gobierno”, comenta Maxwell. Todos nos quejamos de los problemas y las responsabilidades, pero en lugar de eso el autor aconseja dejar que las dificultades nos impulsen hacia una mayor creatividad y desarrollo.

 

 

“Saber escuchar nos ayuda a comprender mejor a las personas, a adquirir sus conocimientos y a demostrar que las valoramos como individuos”. Para ello pone el ejemplo de Abraham Lincoln, quien recibía a cualquiera en la Casa Blanca para expresar sus opiniones y pedía ideas a casi todas las personas con las que se encontraba: “Recibía numerosas cartas al mes, muchas más que los presidentes anteriores. Gracias a esta práctica, adquirió importantes conocimientos. Aunque no adoptara necesariamente los argumentos presentados, comprendía los procesos de pensamiento de los autores de las cartas. Esta comprensión le ayudó a dar forma a sus políticas y a persuadir a otros para que las adoptaran”.

 

Por último, John C. Maxwell sugiere tener siempre tiempo para la familia e incluso viajar con ella: “Al principio de nuestro matrimonio, Margaret y yo nos dimos cuenta de que, debido a mi carrera, a menudo tenía la oportunidad de viajar. Decidimos que cada vez que yo tuviera la oportunidad de ir a algún sitio interesante o asistir a un acontecimiento emocionante, ella me acompañaría, aunque fuera económicamente difícil”. A medida que ha ido envejeciendo, John C. Maxwell se ha percatado que no quiere que su familia le considere un buen autor, orador, pastor o líder; su aspiración es que le vean como un buen padre y como un buen marido, ya que esa es la verdadera medida del éxito: “No se puede sacrificar el matrimonio o descuidar a los hijos y alcanzar el verdadero éxito. Establecer y alimentar familias fuertes nos beneficia en todos los aspectos, incluida la ayuda en nuestra búsqueda del éxito. Considero que convencer a Margaret de que se case conmigo es mi mayor logro en la vida. Somos socios en todo, y reconozco que no habría alcanzado ningún nivel de éxito sin ella”.

 

Comentarios

Déjanos un comentario o cuéntanos algo.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *