25 de junio de 2024
Libro recomendado: Membership sites (Joan Boluda) #DoctorHosting
El Doctor Hosting siempre ha querido montar una web de suscripción a ver si consigue dinerito fresco extra, aunque no tiene claro cómo hacerlo (ni qué vender). Por eso se ha leído ‘Membership sites. La guía completa’, de Joan Boluda Llongueras.
Una plataforma por suscripción ofrece servicios a cambio de un coste mensual o anual que se prorroga automáticamente hasta que el usuario se da de baja, como puede ser Netflix. Muchos usuarios están aprovechando las facilidades que da Internet para montar su negocio con este sistema, ya que es una forma de fidelizar a los usuarios por un precio económico y recurrente. Por ejemplo www.boluda.com tiene uno que ofrece cursos de marketing online a través de videotutoriales, o este que cita el autor: “Tengo un cliente con un membership site de producto, de tés. Cada mes manda un té especial, con una explicación e instrucciones de cómo prepararlo y tomarlo. No tardó en detectar que en pocos meses los suscriptores empezaban a acumular tés en los armarios de la cocina, porque no lo habían podido consumir, y se daban de baja simplemente porque se sentían mal no utilizando el producto. En este caso la solución pasó por reducir la cantidad del té que se mandaba, añadiendo otros productos complementarios, como una cuchara especial, una tetera o algún que otro chocolate”.
Para hacer el análisis de mercado sin recursos, además de tirar de las herramientas online para investigar, el autor recomienda preguntar a todo el mundo para saber qué opinan de tu propuesta de negocio: “Cuando digo a todo el mundo, me refiero a todo el mundo. A vuestra familia, a vuestros padres, a los colegas del sector (y de fuera de él), al vecino, al desconocido, a los contactos de LinkedIn, al cajero del banco y a la cajera del súper. E incluso al taxista ;)”. No hay que tener miedo a que nos roben las ideas porque lo difícil es ponerlas en práctica, y es raro que vayamos a inventar algo. “Importante: contemos nuestra idea de negocio a todo el mundo. Y que sean perfiles muy dispares. No nos debemos limitar solo a los que piensan como nosotros, porque eso no tiene ningún valor. Sería una muestra poco significativa y sesgada. No todo el mundo es como nosotros, o sea, no pensemos que nuestros clientes sí lo serán. Y a continuación, tomemos nota de lo que os dicen, sobre todo, los más negativos. Y no hablo de los que simplemente dicen que «no funcionará porque no» (a esos los podemos ignorar), sino a aquellos «abogados del diablo» que meten el dedo en la llaga, buscando ese punto débil que sabéis, ese talón de Aquiles. Esos son los buenos”.
A la hora de empezar Boluda recomienda ofrecer un único precio de suscripción en vez de varios niveles: “Si partimos de una suscripción simple y esperamos el feedback de nuestros suscriptores, sabremos qué valoran exactamente y en consecuencia ofreceremos niveles más altos, con conocimiento de causa. Finalmente, la suscripción simple es también ideal para evitar el colapso en la toma de decisión de compra del consumidor. En ciertos casos, el mero hecho de tener que elegir entre varias opciones retrasa la decisión de la compra. Incluso puede llevar a no realizarla en el momento, para reflexionar con tiempo sobre la mejor decisión, en otras palabras, «consultar con la almohada». Si tenemos una sola oferta, la única decisión a tomar, es si comprar o no”. Y si el pago es mensual esto nos dará continuamente información sobre cuántos suscriptores siguen o si dan de baja, mientras que con el pago anual puede que descubras de golpe que se te han ido la mitad de usuarios.
Para incentivar la suscripción a la newsletter se puede ofrecer algo a cambio, como un descuento o infoproducto relacionado con la temática de nuestro membership site. En cuanto a las redes sociales, como es difícil que consigamos el mismo @usuario en todas ellas, el autor ofrece un buen truco: “Una muy buena práctica es crear redirecciones de nuestra web, de forma que solo se tenga que añadir el nombre de la red social. Como se constata, es mucho más simple transmitir los enlaces de esta forma, porque solo se recuerda nuestra web y el nombre de la red social. Además de simplificar la comunicación, hacemos más branding de nuestra marca. Y si en algún momento es preciso cambiar nuestro usuario en una red social, por la causa que sea, modificaremos la URL de destino a la cual se redirige, y listos”. Algunos ejemplos de sus redirecciones:
A la hora de montar la plataforma hay herramientas de terceros: “Esto significa que vamos a colocar nuestra propuesta de valor (productos, servicios, contenido o comunidad) en la plataforma de otra empresa”. A Boluda no le gusta porque tienen comisión: “Y no es pequeña precisamente, sino que va del 5 al 12 %. ¿Os imagináis tener un membership site que facture 10.000 € al mes y pagar 1.000 € mensuales a la plataforma? ¿12.000 € anuales? Con ese importe es como si estuviéramos pagando a una agencia de desarrollo web para que nos monte una web dos veces al año”. Así mismo no suelen da acceso a los emails de los suscriptores. “Pero lo esencial, y más problemático, es que estamos a su merced. No podemos salir de ellas sin perder todos los suscriptores. Es imposible migrar o decidir la interfaz web”.
“Nos queda el segundo camino. Montar nuestro membership site en nuestra propia web”, recomienda Joan Boluda. Gracias a los CMS libres no hay que saber programar para montarla: “Un CMS (Content Management System o Sistema de Gestión de Contenidos) es un software que se instala en nuestra web, para facilitar la creación de la misma. Desde un panel de control en la propia web, al cual accedemos desde cualquier navegador, la podemos crear, modificar y gestionar. El CMS que usaremos para restringir el acceso a nuestro membership site y para lidiar con los pagos recurrentes es una de las decisiones más importantes y que más nos van a facilitar (o complicar) la vida en el futuro. En la actualidad el más recomendado es WordPress, ya que es el CMS para la creación de webs más usado en el mundo, con una gran comunidad detrás, tanto de usuarios como de programadores”.
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