Libro recomendado: Lidera con sentido del humor (Sergio de la Calle) #DoctorHosting

Libro recomendado: Lidera con sentido del humor (Sergio de la Calle) #DoctorHosting

Al Doctor Hosting siempre le gusta tirar de ironía para llevar la vida con una sonrisa, de hecho en sus entrevistas intenta que los invitados cuenten (o googleen) algún chiste tecnológico. Por eso le gustó mucho el libro ‘Lidera con sentido del humor. Los equipos más eficaces se divierten trabajando’, de Sergio de la Calle, Director de Programas & Faculty en Universitas, la universidad corporativa de Telefónica.

Para Sergio de la Calle el humor es una forma de destacar en el trabajo. En el libro nos habla de los tipos de humor que hay y cuándo emplearlos. Si se usa bien el humor puede convertirse en una herramienta fundamental para la gestión de equipos, pues fomenta la productividad.

 

 

Este es un pasaje largo, pero muestra cómo el humor puede ser muy efectivo para desatascar una reunión:

“En una ocasión, mi equipo estaba presentando a los representantes de los trabajadores los resultados del estudio de clima y compromiso y los planes de acción derivados de él. Por ser una iniciativa corporativa, algunos sindicatos intentaban reducir el impacto del estudio con comunicaciones previas que cuestionaban la confidencialidad de la respuesta, la neutralidad de las preguntas y, ya de paso, las soluciones planteadas en las áreas de mejora. A pesar de ello, los porcentajes de participación se incrementaban año tras año: los empleados confiaban en el anonimato, pues una consultora externa lo ratificaba, y veían que los líderes de equipo se esforzaban por corregir los aspectos más negativos. Yo estaba hablando del último punto cuando sucedió lo siguiente:

–Además de los planes de acción por unidad, hemos definido centralizadamente algunos planes de mejora comunes a los desafíos transversales…

–Perdón por interrumpir –dijo un compañero de la Representación de los Trabajadores–. Una sugerencia… ¿por qué, en vez de lanzar más «planes de mejora», no paráis algunos «planes de empeora»?

Los compañeros de relaciones laborales que me acompañaban en la sala se removieron en sus sillas y adoptaron la posición de contestar. En ese microsegundo entendí que se iba a liar, así que lancé una sonora carcajada, para sorpresa de ambas partes.

–Muy buena, de verdad que es buena. No lo había oído nunca. Me apunto eso de «acciones de empeora». Tú has leído a Quevedo, ¿eh?

Los sindicalistas, e incluso mis compañeros, se rieron y, sin dilación, retomé mi intervención en el punto que me interesaba:

–Llámalo como quieras, pero el propósito es el mismo: demostrar que hemos escuchado a nuestros profesionales y que vamos a ponernos las pilas. Nuestros planes transversales…

Claramente, el comentario era una crítica, buscaba descolocarme, pero, a pesar del sarcasmo, tenía su punto divertido. Yo se lo concedí y, además, sin dejarme ofender. Mi capacidad de encontrar el humor transmitió que podíamos llegar a un acuerdo a pesar de tener visiones enfrentadas del estudio”.

 

Un ejemplo del efecto lubricador del humor en la negociación es el que acaeció cuando los negociadores soviéticos y los estadounidenses llegaron a un punto muerto en la crisis de los misiles de Cuba: “Permanecieron sentados en silencio mientras crecía la crispación. De pronto, uno de los rusos preguntó: «¿Cuál es la diferencia entre el capitalismo y el comunismo? Pues que en el capitalismo el hombre explota al hombre… y en el comunismo ocurre exactamente lo contrario». Ese momento se considera un punto de inflexión en las conversaciones, el que encarriló la decisión colectiva”.

 

Incluso en los asuntos más delicados un toque de humor puede funcionar: “El mediador jefe de los Estados Unidos comenzó una negociación con los norcoreanos para la liberación de un piloto estadounidense que fue derribado en su espacio aéreo. La primera pregunta estándar del protocolo era si el piloto se encontraba bien y, después de que los negociadores norcoreanos respondieran afirmativamente, de inmediato volvió a preguntar: «De acuerdo, ¿y todavía tiene todas las uñas?». Hubo un momento de silencio y luego los norcoreanos se echaron a reír. Y respondieron igual de jocosos: «Demasiadas películas de Hollywood»”.

 

 

Sergio de la Calle tiene otro libro con la misma temática: ‘Divertirse trabajando. El ingrediente secreto de las mejores empresas’, en el que repasa cómo las compañías más valiosas han convertido la diversión en un valor corporativo, y lo han convertido en atributo de marca diferencial a la hora de atraer y retener talento.

 

 

 

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